Notas con Bienestar

Los colores no sólo despiertan nuestras emociones, sino también una variedad de sentimientos, tanto positivos como negativos, debido a que, según las investigaciones en psicología del color y terapia del arte, los colores se vinculan con las emociones , por lo tanto, pueden influir en el estado físico, emocional y mental de las personas. La frase “todo entra por la vista” , puede aplicarse para relacionar en qué medida nos sentimos más seguros de elegir en nuestra vestimenta diaria , determinados colores, sean éstos cálidos o fríos. Lo que usemos entonces puede ayudarnos a sentirnos mejor , si buscamos usar el color para nuestro bienestar. ¿Te animarías a elegir colores diferentes a los clásicos que vienes usando? Para ello, el psicólogo García-Allen, presenta los significados de algunos colores que facilitan lograr el equilibrio en nuestras emociones:   Amarillo: para sentirnos alegres, optimistas, fuertes, con poder. Negro/gris: para adentrarnos en nuestra individ

Diferentes integrantes de organizaciones civiles de nuestra provincia de Huaura, pudieron compartir sus ideas acerca de la influencia que puede existir entre el trabajo en equipo y el bienestar . Para todos ellos, sí es posible tal influencia, afirmación que coincide con los argumentos hallados en algunos artículos del diario peruano Gestión , entre otros, así como en la revista Steelcase WorkSpace de México. Cuando se realiza un trabajo en equipo, se coincide en que éste facilita alcanzar objetivos en común , desarrolla en los participantes un grado mayor de responsabilidad , promueve la adaptación a lo nuevo, las interrelaciones humanas, el empoderamiento . Mientras que, el bienestar, entendido como un estado de satisfacción en distintas áreas, también abarca e integra un sistema que cubre necesidades no sólo físicas, sino cognitivas y psicológicas. Los investigadores de Steelcase concluyen que: “los espacios a los que la gente acude a trabajar conjuntamente, pueden identific

El apego hace referencia a una necesidad insana de dependencia, en forma exclusiva, de algo o alguien. A lo largo de nuestra vida, cada uno de nosotros, nos hemos convertido en sobrevivientes de apegos sanos e insanos. Por ejemplo, durante nuestra infancia necesitamos las atenciones de los padres para conducirnos en la vida y fuimos aprendiendo a desprendernos de ellos con el paso de los años. Pero, existen otros apegos destructivos que nos vuelven dependientes. Aunque es normal sentir necesidad hacia un objeto o una persona, lo preocupante y dañino es que esa necesidad nos transforme y nos impida disfrutar de aquel objeto o persona de forma sana, pues empezamos a percibirlo como "algo" sin lo cual no podemos vivir. Ejemplos de apegos dañinos pueden referirse a dependencias sentimentales, a la tecnología o incluso a estilos de pensamientos. El autocontrol que es producto de la mente conciente desaparece porque se concede todo poder y autoridad al elemento de nuestro apego.